jueves, 17 de febrero de 2011

DOS

Tienen que ver esa película, “NOCHE DIABÓLICA”. No sé como se llamará en ingles, pero mírenla. Y después dejen pasar un tiempo y véanla otra vez, re locos. Cuando me acosté a mirarla…

Me acabo de dar cuenta que en el capítulo anterior hablé para mis adentros, y ahora estoy hablando como si alguien me escuchara. O me leyera. Voy a dejar de hacer eso, me pone un tanto nervioso. Encima mi habitación esta llena de ese espantoso mata mosquito espantoso. Espero no descomponerme como anoche. Aunque lo de anoche no haya sido producto de este espantoso mata mosquitos espantoso. Y mata mosquitos espantosos. Con ese, es decir, con “s” si estuvieran leyéndome.

Recién me llegó un mensaje de mi vieja, dice:

? YO TAMBIEN TE QUIERO MI VIDA. MANIANA CENEMOS ALGO ANTES DE IRME S LABURAR, DALE?

Le conteste “dale, besos”. Se la leía bien.

Se propuso escribir sobre lo mucho que le llamaba la atención que todos los mensajes de texto de su madre le llegaran con un signo de interrogación (el conclusivo, el que cierra la pregunta) al principio de cada frase. Pero presentía que tenía que ver con la diferencia en los modelos de celular. El de ella es muchísimo más avanzado. Además, el signo de pregunta se veía en negrita y metido en un cuadrado, tambien en negrita. Por lo tanto, asumió, solo se limitaría a hablar del mensaje en su dimensión sintáctica y menos informática.

El “yo tambien” era en respuesta del “te quiero” que le mandé en el mensaje anterior. El “mi vida” se lo creo. Soy su vida. El mañana mal escrito será por que la eñe está ubicada en un lugar muy de mierda para llegar con la uña en el teclado “Touch screen” de su celular. La a esta muy cerca de la s, ahí se explica el “s laburar”. La pregunta se la contesté. Y le mande besos. Ella no me mandó besos. También, mi idea de mandarle mensajes a mi vieja a las doce de la noche, no va.

A las doce y media se puso a escribir. Pensó si la mezcla entre veneno de mosquitos y el cigarrillo encendido podía causarle alguna clase de intoxicación. Pero en seguida pensó en que tal vez le facilitaría el proceso creativo el hecho de escribir bajo sus efectos. Pensó en escribir una historia sobre mosquitos que mueren.

Zumbar y picar. Comer y chupar. Morir. Sólo.

Le pareció profundo y poético. Y decidió llamar así al capítulo, como a su efímera creación. Y le ubicó, en centrado, el número dos.

1 comentario:

Valle dijo...

Yo siempre hago eso, escribo como si hablara conmigo, o con el blog, o con alguien leyendo. Y siento que es molesto, pero leerte no era molesto. Entonces no soy molesta a la lectura. Profunda conclusión.
Hola blog de Popi, y saludos.
Mayo, para los amigos.